Qué grande es el poder de Dios en la carne humana, qué bonita es la entrega corporal. Qué fortaleza de espíritu inmensa se necesita para llevar a cabo una labor tan grande como el ministerio papal. Desde aquí, los jóvenes de Rumbo a Río agradecemos enormemente el servicio prestado al pueblo cristiano por parte de Benedicto XVI, durante estos años, y damos gracias a Dios por habérnoslo regalado. Un ejemplo maravilloso de valentía.
Adjuntamos además un vídeo informativo con el discurso dado por el Santo Padre hoy mismo:
La fuerza de la Fe rodea este acontecimiento, no dejemos que el Mundo entorpezca y ensucie con mentiras la Verdad del Amor. Las críticas y las difamaciones volarán y están volando, pero solo nuestro Padre que ve en lo secreto tiene poder para juzgar. No caigamos, reforcemos, seamos apoyo y testimonio.
Un, dos...Un, dos, tres...Rumbo a río...OE!